Me llena de orgullo y satisfacción… Nooooo! Me plazca un montón compartir con vosotros mis lectores, seguidores, clientes actuales, clientes futuros, compañeros del oficio, con todo aquel que está leyendo éste artículo.
Hemos estrenado la temporada bodil de 2015 con una boda especial. Especial porque atípica, porque era singular, porque era muy dulce y muy impresionante.
Pero voy por partes. EL pasado mes de enero nuestro equipo viajó a bella Marbella para grabar un vídeo de boda. No fue una boda cualquiera, fue una boda musulmán. Por la cantidad de los vídeos de bodas que hay en la red he visto bodas árabes… Sí son bellas. Filmmakers nivel Robert Balasco, Pablo Costa, floristas como Preston Bailey, etc.
Bueno, la boda en la costa malagueña fue algo menos grandioso. Algo más familiar, más tierno. Los novios eran amigos en la infancia, luego la vida los separa para muchos años . Elnar vive y estudia en Estados Unidos, Zlata está en China. Por las circunstancias de la vida ella busca un operador de cámara para grabar un vídeo clip para un amigo suyo en China y recuerda de Elnar. Le escribe una carta sobre el trabajo, él viaja allí, graba el vídeo clip. Y se enamoran!
Para dar “Sí, quiero” eligen a la mezquita del Rey en Marbella. A la ceremonia vienen las familias de los dos. Como sabéis según las reglas las mujeres y hombres musulmanes rezan en espacios diferentes. Gracias a lo que mi equipo cuenta con una chica pudimos grabar vídeo de boda y hacer fotografía de boda en ambos lugares. La gran sorpresa fue que a las chicas las llevaron a una sala de princesas. Sí! Así se llama la sala. La esplendida decoración, silencio de la mezquita, arquitectura del sitio, alfombras, vidrieras con la luz del sol jugando y asombrando a los pocos visitantes de la mezquita.